27/10/07

MILONGA



te vas. te largás, con accento en la última sílaba. ahora que ya me había acostumbrado a que los chicos eran flacos, los cabrones pendejos y el trabajo el laburo resulta que ya tienes fecha de embarque para buenos aires, vía unos días en italia para ver a tus familiares. qué curiosa esta despedida, qué curioso nuestro encuentro y nuestra relación, que es relación sin serlo, que eres compañero de piso de una muy buena amiga y que nos habremos visto cuatro veces y media solamente.

una melancolía dulce con regusto amargo, como solo el mate transmite, al despedirnos a medianoche. el piso de rebeca silencioso y tu hablándome de la inmensidad de tu ciudad, un hemisferio más abajo a mano derecha según sales de espania (esa forma tuya de pronunciar las eñes, delatando quizás tu pasado italiano). de como solo el centro de tu ciudad porteña lo forman cien barrios, el nombre de algunos de los cuales me suenan por haberme tragado buena parte de la filmografía de ricardo darín. aún hay espacio para un último cruce entre tu psicoanálisis (tenías que cumplir el tópico) y mi gestalt, disciplinas que a veces bailan como dos bailarines de tango, agarrados y sueltos, pegados y en la distancia.

qué curiosa la vida como un edificio, personas que ahora entran, otras salen, otras pasan de puntillas y otras solo dan dos pasos en el parterre pero sacuden tus cimientos. otras llevan toda su vida en el edificio y en cambio no lamentarías su marcha. otras solo llaman a tu puerta cuando necesitan algo y algunas las has metido en tu edificio sabiendo que van a molestar a los vecinos. con algunas te encuentras solo de noche, con otras solo de mañana. a algunas siempre las ves acompañadas, a otras solo acompañadas de su sombra. y a otras, como tú, no sabes donde ubicarlas hasta que ya se han ido y temes que, de volver, ya no será como antes sin de hecho haber llegado a saber como era ahora. qué raro es todo.

volverás en febrero. disfruta de tu vuelta al sur. te echaré de menos.

20/10/07

SÁBADOS



cuando era pequeño era día de dibujos animados por la mañana y de resaca del un, dos, tres del viernes por la noche. ahora es poder levantarme a la hora que me apetezca, libre de alarmas, despertadores o móviles en función de sueño. el sol de octubre como una radiografía tenue a través de los paneles verdes de las cortinas, como hojas gigantes tapando mi ventana. la calle huele a pan de fin de semana, a chicle y cromos comprados con la asignación semanal. las sábanas son más esponjosas hoy, la almohada huele más dulce.

los desayunos de los sábados son de tres tenedores. hay pomelos, naranjas sanguineas, higos frescos, yogur de soja. hay tostadas de pan sueco, chocolate con almendras, manzanas verdes, queso con nueces. una enorme taza humeante de te de canela y cardamomo entre los puños de mi jersei. laika a mis pies, atenta, mordiendo el cuero de su correa, a punto para salir a holer el tronco húmedo de los árboles. la vecina se ha puesto la sonrisa que de lunes a viernes se deja olvidada en casa. no hay correo comercial.

el supermercado se convierte en un centro social. familias que cobran el subsidio llenan los carros mirando al dedillo el precio de las etiquetas mientras sus hijos hacen palmas sentados en los carritos de la compra. matrimonios jóvenes compran solo aquellos productos anunciados en televisión, atentos a cualquier moda. mujeres terminadas en i como conchi, puri, loli, juani y pepi dejan a sus maridos en el parquing mientras comentan el corazón de ayer por la noche. ninguna de ellas se atreve a decir que mucho corazón en sus teles y poca pasión en sus camas. madres de clase alta, que se visten igual para celebrar un vernissage que para comprar chopped, persiguen a sus hijos utilizando consejos de supernanny que sus retoños ya saben como derribar. juanca, mira que no te compro los donuts bombón.

un aperitivito. unos berberechitos. unas patatillas. un bittercito. así, en diminutivo, que da más gusto. el periódico cargado de suplementos. moda. belleza. decoración. viajes. cultura. el crujir de las hojas del periódico. el crujir de las hojas de los árboles. des de el balcón de mi casa el sol en todo lo alto, ecuánime en todas direcciones en un limpio cielo azul que empieza a traer las primeras bolsas de aire frío. libros esparcidos por el comedor, encima de la mesilla, al lado del sofá, junto a la librería, pidiendo tanda para ser leídos, que hoy tengo tiempo, que hoy puedo. los cojines del sofá revueltos. música nueva sonando des de la habitación, clara, cálida. películas bajadas ayer por la noche hermanadas para siempre en un dvd virgen. día de ir en calcetines por casa.

tarde de compras en el centro. el hombre de las castañas devuelve el cambio con sus manos ennegrecidas. gente que sale de una tienda y entra en otra. avances de temporada para temporadas que aún estan para llegar. abrigos que se llevaran en el 2012 con toques retro del 2009. las dependientas hablando de sus planes como si los clientes haciendo cola para pagar no estuvieran delante. la promesa de la noche por delante. el fantasma del sexo planeando entre los abrigos de lana y los trajes de tweed. el sitio del cuello donde quieren que les muerda ese desconocido que hace dos fines de semana que ven al final de la barra pidiendo un gin fizz. la mujer ya casada escuchando esos planes en la cola para pagar con su falda xxl colgando del brazo derecho y su marido xxl colgando del izquierdo.

padrinos que compran tartas de yema tostada para la comida familiar de mañana. adolescentes comprando pantalones elásticos, universitarios comprando maletines. cafeterias abarrotadas, percheros que empiezan a ceder ante el peso de abrigos de medio tiempo, como si el tiempo tuviese un principio y un final. las bolsas de las compras al lado de la mesa. el habitual cortado y el habitual batido de chocolate caliente. una ojeada a la cartelera. una mezcla infumable de el sueño del loco de van gogh sonando en la emisora que sintoniza el bar. conversaciones sobre carod-rovira, alonso y otros elementos encumbrados inexplicablemente por el público.

hora de la cena. hoy toca chino: setas con bambú, sepia dorada, pan de arroz y sorbete de té verde. hoy toca italiano: campane al monte, pizza tricolore, lambrusco negro y panna cotta. hoy toca crêpes: una copa de kir breton, una crêpe bergère, una crêpe de plátano y chocolate de postre y una botella de sidra. risas, puntitos de luz, zapatos que resbalan comodamente, cuellos de camisa que se desabrochan. ronda por los bares, un mojito, jazz de fondo, un cosmopolitan, rock alternativo. se exhibe la ropa recién estrenada como en las mejores óperas. chicas que han elegido el mismo modelito se evitan la una a la otra en el mismo local.

elegantes conversaciones de madrugada en el coche de vuelta a casa. la radio con su monitor de luces como algas fluorescentes bajo el agua. una agradable sensación de vértigo en la boca del estómago. la ciudad naranja de noche. nos vemos mañana. la cama esperando abrazarte, envolverte y mandarte en una espiral invertida a un mundo donde las imagenes se combinan aleatoriamente y forman sábados donde niños pagan asignaciones semanales a sus padres, maridos de mujeres xxl descubren las infidelidades de estas al ver manchas de hollín de castañas en sus ropas, productos de supermercado escogen a familias expuestas en las estanterías y el desconocido del final de la barra manda a paseo a la frívola de la tienda de ropa y es a ti a quien decide morder en el cuello, aunque vayas en calcetines en el bar de moda.

15/10/07

TARONJA INTERNACIONAL



portava uns quants dies volent fer un post sobre el golden gate però tota la informació que trobava al respecte es limitava a parlar de la seva construcció, dels diferents arquitectes que van passar pel projecte, de la seva ubicació estratègica dins la badia o de com en realitat no està pintat de color vermell sinó d'una tonalitat anomenada international orange. informacions totes elles que, si bé et poden fer guanyar un formatget al trivial pursuit, només em permetien fer un post més propi d'un blog d'arquitectura tècnica que no d'un sobre la condició humana. i llavors vaig recordar el que la margaret em va explicar una vegada mentre creuàvem el pont a peu durant un boirós matí de juliol, no sé si la primera o la segona vegada que vaig estar a san francisco: l'elevat nombre de suicides que escollien el pont com el lloc on treure's la vida.

des que es va acabar de construir l'any 1937 i fins l'any 2005 en que es va deixar de fer recompte oficial del nombre de suicidis (argumentant que era una estadística morbosa i tranquilitzant així la mala consciència de l'americà mig que creu que allò que no s'anomena passa directament a no existir), més de mil dues-centes persones s'havien tret la vida llençant-se des del golden gate, la primera d'elles només deu setmanes després de la seva obertura. fins que aquest recompte es va deixar de portar a terme, el lloc del suicidi s'ubicava en relació a un dels 128 punts de llum que es troben al llarg del pont. com podeu veure al gràfic de sota, la majoria de suicides escullen llençar-se al buit des del mig de les dues torres, orientant-se cap a l'interior de la badia.



la pasarel·la del golden gate es troba a 67 metres per damunt del mar. un cos d'uns 85 quilos que es llenci des d'aquesta alçada tarda uns quatre segons en caure i xocar contra la superfície de l'oceà a una velocitat de cent vint quilòmetres per hora, el que converteix l'aigua en un element tan sòlid com una paret de formigó. només una trentena de persones han sobreviscut a la caiguda, totes elles perquè van caure de peu, patint això sí vàries fractures i lesions internes.

tot i l'aturada del recompte oficial, s'han seguit efectuant altres recomptes molts d'ells extrets d'informes de la policia. durant l'any 2006, un total de 34 persones es van llençar al buit i una setantena més van ser retingudes per la patrulla d'autopistes de california en varis intents de saltar des del pont. molts dels agents es van començar a queixar a l'ajuntament de la ciutat del fet que ells tan sols podien retindre físicament als suicides i allunyar-los del pont, però que això no els aturava de tornar-hi una vegada i una altra. en un trist exemple de perseverància, existeix el cas documentat d'una noia de piedmont que després de sobreviure a una primera tentativa de suicidi a principis del 1988 va tornar-se a llençar des del pont a finals del mateix any.

la margaret m'explicava mentre observàvem el mar sota nostre a través de les espirals de boira que s'havia contemplat diverses vegades la possibilitat de posar una tanca de seguretat al llarg del pont, de la mateixa manera que s'havia fet a dalt de l'empire state building o de la torre eiffel. aquestes tanques havien reduit a zero el nombre de suicides que havien escollit aquests edificis emblemàtics com a lloc on posar fi a la seva vida. li vaig argumentar a la margaret que l'únic que feien aquestes tanques era allunyar el factor problema, proporcionar un fals escenari tranquilitzador de la consciència al ciutadà, i que tan sols desplaçaven als sucides a altres llocs, a altres edificis d'on també se'ls faria fora, com si es volgués acabar recloguent-los dins de casa i que l'impacte de la seva decisió fos el més minimitzada possible. ella em va dir que tampoc hi estava d'acord però que als estats units es podria entendre un argument així com una apologia del suicidi públic i espectacular. finalment les tanques no es van arribar a posar mai, però no pels arguments que estavem exposant sinó perquè (1) la seva instal·lació era cara, sobre uns vint milions de dólars, i (2) resultaven anti-estètiques. escolliu la opció que us provoqui menor urticària. estats units mai em deixa de sorprendre.

afortunadament una ong adientment anomenada jump for life va posar en marxa fa uns anys una linia d'assistència amb varis telèfons d'emergència ubicats al mateix golden gate per tal de poder atendre a persones en situació de crisi que es dirigien al pont amb l'intenció de trobar consol precipitant-se entre la boira. també existeix un documental titulat the bridge que recull testimonis de familiars i amics de persones que van decidir que l'únic pas que els quedava per donar en aquesta vida era des d'una construcció de color taronja internacional.

només he viscut dos suicidis de prop, el d'un noi del meu institut quan jo devia tenir catorze anys i el d'una companya d'universitat fa cinc anys. el primer em va deixar sorprès per la visió que va oferir als que llavors entràvem a l'institut del que podia ser el revers de l'adolescència i el segon em va deixar el regust amarg del que podia ser el revers de la vida adulta. què impulsa a algú a suicidar-se ja sigui en l'intimitat de la seva habitació o des d'un dels ponts més importants del mon? sincerament no ho sé però des de fa un temps tinc la teoria que quedar-te massa enganxat al que t'està passant ara, com si això fos el trailer de la resta de la vida que t'espera, hi pot tenir alguna cosa a veure.

fa temps vaig llegir un conte sobre un rei ciclotímic que canviava d'humor cada vint-i-quatre hores, passant de ser inmensament feliç i càndid a sentir-se irritable i sobrepassat per la tristesa. al seu regne va arribar un savi que havia escoltat de la seva extranya malaltia i li venia a oferir la solució definitiva al seu mal. el rei li va demanar en què consistia la cura del seu estat canviant i el savi li va entregar una petita capseta daurada diguent-li que cada dia quan es llevés pel matí havia de llegir el paper que hi havia dins de la capseta, independentment de quin fos el seu estat d'ànim. el rei, que no s'ho acabava de creure, li va dir si estava segur que la solució fos tan simple i el savi li va insistir que no importava si estava alegre o trist, el missatge era sempre el mateix i que això era tot el que necessitava per sostenir-se cada dia. al matí següent el rei va obrir la capseta tan bon punt es va llevar i a dins hi va trobar una nota que deia: has de saber que això també passarà.

tant de bó més gent ho sabés.

11/10/07

38 KM



el mateix tren de cada matí. però no és ben bé el mateix tren cada matí. uns dies està arrebossat d'una crostra de fang que es va esvaïnt en petites partícules a mesura que el tren prén velocitat als revolts de la sortida de la ciutat. la tapisseria, fins fa poc taronja, ha estat reemplaçada per una de grisa en un intent de reduir encara més l'escassa estimulació visual del conjunt. afortunadament, però, alguns dies el tren està esquitxat de graffitis que tapen els finestralls i converteixen l'interior del vagó en una catedral neo-gótica mòbil quan els rajos de sol atravessen els vidres. en aquesta esglèsia itinerant, el revisor és un capellà d'uniforme que només reparteix hòsties si els feligresos no porten el bitllet a sobre.

la mateixa gent cada matí. però no són ben bé la mateixa gent cada matí. hi ha un noi que deu tenir uns cinc anys més que jo, amb una barba pulcrament retallada i un pentinat i vestuari que han anat millorant d'ençà que al seu dit anular esquerra hi ha aparegut un anell. s'asseu sempre al costat del passadís i al arribar a la primera parada es posa al costat de la finestra per deixar lloc. normalment el seient sempre queda buit. hi ha una noia en edat bridgetjonesiana que es frega les mans compulsivament i embolica la coberta dels llibres que llegeix amb paper d'embalar. tot i que imagino que deu llegir alguna novel·la de la daniele steel, a vegades em sorprenc pensant que el que hi ha sota el paper de globus i floretes és el mein kampf. porta una fina montura d'ulleres daurada i mira per la finestra fingint interessar-se pel paisatge quan en realitat analitza amb deteniment el seu propi reflexe, l'ombra amenaçant d'un bigoti ros, una cella despentinada, una altra crema que li recorda exactament l'edat que té. hi ha un noi jove que sempre es dirigeix cap a la porta deu minuts abans d'arribar a destí i espera de peu en l'espai inestable que hi ha entre els vagons, els seus grans auriculars de disc-jokey dels anys vuitanta vibrant al voltant del seu cap, la mà damunt la sibella del cinturó, el llavi inferior despullat de pell de tant mossegar-se'l.

els mateixos passatgers ocasionals cada matí. però no són ben bé els mateixos passatgers ocasionals cada matí. quan hi ha jornada de portes obertes a les universitats, el tren s'omple d'adolescents que intenten saltar el buit generacional enviant sms d'una punta a l'altra del vagó, presumint de relacions estables des dels dotze anys i fent discursos sobre el seu futur per estrenar a professores que pensen en el seu passat desaprofitat. hi ha pètals de rosa al llarg del passadís els divendres al migdia, quan el pakistanesos pujen carregats de roses de la capital per vendre-les durant el cap de setmana. hi ha avis que necesiten de l'ajuda d'algú per pujar i baixar del tren, que parlen a crits perquè no han ajustat bé el seu aparell de sordera, que t'obliguen a apujar el volum del teu ipod perquè aconsegueixen superar els decibels del cantant dels deftones. hi ha families que han de seure separades al llarg del vagó, la mare sempre al costat dels més petits, el pare perdut dins el funcionament de la màquina de fotos amb la que fa fotos d'una realitat de la que a la vegada s'allunya. a través de l'escletxa que hi ha entre les butaques del davant, hi ha parelles que es menjen la boca, que es fonen en mucoses, que es ressegueixen les dents, que es respiren l'un dins la boca de l'altre. hi ha l'home de panxa prominent i posat altiu que sotmet a monòlegs sobre ell mateix a les noies que viatjen soles. hi ha una competició ferotge d'aparells electrònics que t'entretinguin mentre viatges, ja sigui un trajecte de tres hores o de set minuts: ordinadors portàtils, reproductors de dvds amb pantalla incorporada, mp3s customitzats amb la foto de la nebodeta, sudokus electrònics, mòbils que tenen dues-centes cinquanta-tres funcions però que no tenen cobertura i marcapassos que es saturen dins el pit d'algun viatger per culpa de la sobrecàrrega elèctrica.

el mateix àlex cada matí. però no soc ben bé el mateix àlex cada matí. tots aquests petits detalls sumats al llarg de molts abonaments mensuals, de molt quilometratge múltiple dels 38 quilòmetres que hi ha entre on visc i on treballo. el tren canviant i repetint-se alhora. els passatgers habituals ritualitzant-se i trencant estereotips. els viatgers ocasionals sobreposant-se i individualitzant-se a la vegada. jo improvisant-me i posant-me en pilot automàtic, tot en un, cada matí.

5/10/07

METRATGE



un lleó rugint o una noia amb una torxa o un pegasus o el segle vint o els germans warner.
jack twist i enis del mar tornen de passar junts el seu primer cap de setmana a la muntanya en quatre anys i no saben què dir-se. per la carretera els adelanta primer una furgoneta groga, el claxon de la qual no deixa de sonar, amb una familia disfuncional a dins i, després, un autobús que no pot baixar de les cinquanta milles per hora. mitjançant un zoom que atravessa el lateral de l'autobús (gràcies a un programa d'edició digital) veiem a un dels passatgers. la seva veu en off ens indica que pensa que no és just acabar dins un autobus així després d'haver-se escapat d'una presó de màxima seguretat gràcies al tunel que ha fet a la paret, aquesta vegada sense programa d'edició digital, sinó amb una simple cullereta de cafè durant anys, en secret. però tampoc passa res perquè de cop, gràcies a un enginyòs gir de guió, ens adonem que tots els passatgers ja estan morts i que són fantasmes i les seves rumiacions són tan incorporees com cada una de les seves cèl·lules. i de sobte aquesta sub-trama és el record d'un somni que joel barish intenta que li esborrin de la seva ment però s'adona que és un bon lloc on amagar-hi a la clementine, que és la ex a qui ha volgut esborrar abans d'adonar-se que a mesura que la van esborrant, torna a enamorar-se d'ella. i la clementine, a la seva vegada, té els seus propis records dins el cap d'en joel, un dels quals és de quan navegava en un vaixell enorme que en el seu viatge inaugural va xocar amb l'únic bloc de gel que hi havia flotant en el mar. i dins el vaixell viatjava un home amb talent, un geni de l'engany (que havia assassinat al seu amant durant el trajecte perquè començava a fer preguntes) que començava a espantar-se de la terrible solitud creixent dins seu. i en una fusió de fotogrames, la seva mirada perduda és ara la d'una noia a tokio, perduda per dins i per fora, que enlluernada pels neons de shibuya, pren de referent a un adult que està tan perdut com ella. i aquesta ciutat de llums i neons en realitat es troba dins una bola de vidre, plena de flocs de neu que són el resultat d'escultures de gel que fa un noi que té tisores en lloc de mans i que viu dins un castell en el qual les escombres tenen vida pròpia i netejen soles cada racó de la fortalesa mentre esquiven a hipopotams que assajen ballet clàssic. mentre la càmera s'allunya del castell veiem que es troba rodejat d'un bosc on hi ha criatures que vesteixen de color vermell que tenen atemorida a una població de feligresos vestits de groc que encara no han descobert l'ús polític de la por. mitjançant un remolí de l'imatge veiem com un elegant compte d'aparença humana llegeix sobre aquest poble en un diari d'època mentre pren absenta amb la seva estimada, que va donar per perduda fa segles, i per qui ha atravessat (sic.) oceans de temps i mar. els serveix l'absenta el mateix cambrer que va estar contractat a l'hotel overlook, on un vigilant es va tornar boig a mesura que l'hivern avançava fins al punt d'agafar una destral i començar a jugar a fet i amagar amb la seva familia. la destral havia estat esmolada per hatori hanzo, que no en tenia prou amb les katanes que feia a les nuvies vestides de lycra groga, amb la venjança com a combustible i nom prohibit al dni. la nuvia provenia d'un barri residencial on els seu veí, pare de familia amb la crisi de la classe mitja, tenia fantasies amb una noia adolescent a qui veia recoberta de pètals de rosa. i aquesta noia era amiga d'una altra que vestia com la caputxeta vermella, que tenia afició a la formació on-line sobre la castració i que es relacionava amb un fotògraf vint anys més gran que ella tant seductor com sospitós. a l'altra banda del carrer, en un traveling circular, descobrim a un home que de jove vestia de blanc, escoltava a beethoven i estava fascinat per la ultra-violència i que es va sotmetre a un experiment de condicionament clàssic per erradicar la seva conducta antisocial. la seva mare, uns anys abans, quan el mon era en blanc i negre, havia ballat i've written a letter to daddy vestida com una nina de porcellana mentre la seva germana paralítica agonitzava a l'habitació de dalt, però el que no sabia ella era que la germana planejava fugar-se aviat amb un fotògraf sexagenari contractat pel national geographic que havia estat rondant l'estat de madison buscant ponts de fusta i amb el que portava temps cartejant-se. junts somien amb ballar el cancan remodernitzat a parís tot versionant clàssics dels noranta mentre de fons uns focs artificials puntejen el cel de paper cartró amb una lluna on s'hi ha estabellat un cohet. dins el cohet hi va un carregament de cocaina que, en un flashback, veiem que ha estat empaquetada per renton, spud i sick boy, tres joves provinents d'un suburbi britànic que han d'escollir una vida, un treball, una casa i una assegurança dental. la cocaina provenia de l'amic d'un d'ells, que sense saber-ho havia fet que la seva mare acabés addicta als estimulants i que veiés com la nevera se l'intentava empassar en una seqüència hipnòtica i surrealista. la mare es preparava bourbons de tant en tant i havia aconseguit perfeccionar la seva tècnica amb el picagels gràcies a la seva amiga catherine tramell, escriptora amb tendència al sexe violent, les perruques rosses i els policies amb l'ego ferit. precisament, el policia assistia a una teràpia de grup conduida per un terapeuta canibal amb predilecció pel fetge amb faves regat amb un bon chianti, juntament amb un altre policia amb problemes de memòria a curt termini i necessitat de polaroids i tatuatges i d'un psicòtic que regentava un motel de carretera i que suplantava a la seva mare a qui havia embalsamat. just a una de les habitacions del motel feia poc s'hi havien arribat a ficar fins a vint persones de cop que havien acabat precipitant-se al vestíbul en el moment que uns agents de la llei, alertats pel rebombori, es van presentar al local. acabat el seu servei, un dels policies, d'amagat del seu company, es va dirigir a un club de drag queens on treballava les nits que tenia lliures amb les dues companyes amb les que havia fet un tour pel desert australià pujat al damunt del sostre de l'autobús vestit de parallamps espectacular. el vestit li havia dissenyat norma desmond, una antiga estrella del cine mut amb deliris de grandesa que en aquests trams finals de metratge s'encamina cap a la càmera fins que aquesta es torna borrosa i es passa a un fos en negre. en un gloriòs epíleg veiem una fabulosa mansió en venta el propietari de la qual ha pronunciat enigmàticament la paraula rosebud abans de morir. la nova compradora, una jove parisenca enamorada de la vida a qui li agrada trencar el sucre de la crema catalana amb el dors de la cullera, ha decidit organitzar una festa però necessita demoldre el parlament anglès que li queda just davant per tal de tenir una millor vista. el seu amic v s'ofereix victoriòs, valent, viciat, virtuós i sense vacil·lacions a dinamitar l'edifici aprofitant per fer un discurs sobre el feixisme i la dictadura. i mentre el parlament explota pels aires, un jove atractiu vestit amb una bata, roba interior i sabates (que té mitja cara destrossada després d'haver-se disparat dins la boca per tal d'eliminar un alterego que li estava complicant l'existència), li agafa la mà i li diu que l'ha conegut en un moment estrany de la seva vida.
crèdits.
adoro el cinema.